MOBY DICK
La semana pasada volví otra vez a Nantucket y de nuevo me enrrolé en esa goleta de tres mástiles, ese viejo y destartalado barco ballenero llamado Pequod. A las órdenes del Capitán Ahab surcamos los siete mares, a la caza de ese gran monstruo blanco, esa emblemática ballena conocida en el mundo entero: MOBY DICK.
Volví a leer el clásico de Herman Melville y, de nuevo, me transportó a lugares lejanos en los Mares del Sur.
Un libro para olvidarte del mundo exterior y sumergirte en un mundo de aventuras, donde podrás vivir muy de cerca cómo era el día a día de esos hombres que surcaban los mares, a bordo de esos enormes barcos balleneros, en los que sabían el día que partían pero no tenían fecha de retorno. Una narración sencilla en la que el autor describe paisajes y lugares exóticos. Tiene pasajes memorables en los que intervienen unos carismáticos personajes, como el joven marinero Ismael, que narra la historia; o Queequeg, ese indígena tatuado, tan valeroso como extravagante.
Una novela cuyo hilo conductor es la venganza y la obsesión de ese duro y enigmático personaje, el Capitán Ahab, por capturar y dar muerte a la gran ballena que en otros tiempos se llevó su pierna en una lucha cuerpo a cuerpo.
Un libro que recomiendo para leer una de esas largas tardes de verano, ya sea en la playa, en la montaña o en el sofá de tu casa.